Pero si la Tierra fuese redonda, las sombras proyectadas por los dos palos del mismo tamaño en Londres y en Ávila serían de distinto tamaño.
Conociendo la diferencia en las longitudes de las sombras se puede conocer también el tamaño de la Tierra: esto se descubre a través de una sencilla razón matemática: Si dos rectas paralelas son cortadas por una tercera recta, los ángulos interiores alternos son iguales. Es decir, los ángulos a, b, c y d son iguales:
Nosotros ya tenemos las rectas paralelas, son los rayos del sol, y la tercera línea, que cruza a las rectas paralelas, es la línea imaginaria que surge de la prolongación del palo con el que mido hasta el centro de la Tierra:
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Es un artículo bastante largo, pero me parece de lo más curioso!
Saludos